El Teatro Sociale de Canzo cuenta con un auditorio semicircular que, distribuido entre la platea y un balcón, tiene capacidad para 126 espectadores.
Durante siglos, Canzo fue un destino vacacional predilecto para diversas familias nobles milanesas, a quien se deben la construcción del teatro y el cuidado que se dedicó a su construcción, inusuales para un pequeño teatro de provincia.
1828
Las familias nobles de Canzo, tanto residentes como veraneantes, forman una compañía para financiar la construcción del teatro.
Gaetano Besia es encargado del proyecto, mientras que Alessandro Sanquirico, escenógrafo del Teatro alla Scala, pinta el telón histórico.
1829
El teatro se inaugura con una función a cargo de la compañía del Teatro dei Filodrammatici de Milán.